La función central de la escuela es enseñar para que niños y jóvenes adquieran los saberes que les permitan el ejercicio de una ciudadanía responsable y una inserción en el mundo.
Teniendo en cuenta que la enseñanza de la Matemática no sólo tiene una función formativa e informativa, sino también social, las competencias que los alumnos deben lograr se refieren a la aplicación de los contenidos en las situaciones de la vida cotidiana que los requieran, así como en situaciones nuevas.
En este sentido, la enseñanza de la Matemática , tiene como propósito fundamental que los alumnos:
T Planteen y resuelvan problemas con variedad de estrategias, descubriendo que la Matemática es una habilidad humana a la que todos pueden acceder.
T Confíen en las propias posibilidades para resolver problemas y formularse interrogantes.
T Relacionen contenidos matemáticos con el mundo real, entre sus diversas ramas y con otras ciencias.
T Defiendan sus propios puntos de vista, considerar ideas y opiniones de otros, debatirlas y elaborar conclusiones, aceptando que los errores son propios de todo proceso de aprendizaje.
T El reconocimiento y uso de nociones de probabilidad y estadística para estudiar fenómenos, comunicar resultados, tomar decisiones,...
T Adquieran esquemas de conocimiento matemático que les permitan ampliar su experiencia cotidiana como también adquirir nuevos conocimientos.